Aristóteles nació en 384 a.C. en Estagira. Fue alumno de Platón en la Academia y, más tarde, fundó su propia institución educativa, el Liceo, en 336 a.C. El bien, para Aristóteles, consiste en desarrollar virtudes a lo largo de la vida, lo cual, a su vez, nos conduce a la felicidad. Las virtudes son hábitos buenos para la sociedad. Según este autor, haciendo cosas buenas por la sociedad es como nos acercamos a la felicidad.
El mensaje de Aristóteles para ti es el siguiente:
La finalidad de tu vida, como la de todos los seres humanos, es la felicidad. Y la felicidad no consiste en la riqueza, ni en los honores, ni en la salud; esas cosas pueden ser deseables, pero no son el fin último de la vida. La felicidad se va construyendo con las virtudes que vas desarrollando a lo largo de tu vida. Contribuye, mediante acciones concretas, al bien de tu sociedad. Recuerda que lo que es bueno para ella, también es bueno para ti. Soporta las contrariedades con templanza y afronta los problemas con valor. Pero, para actuar de un modo inteligente y sensato, trata de informarte bien sobre los datos relevantes que envuelven una decisión, y decide de modo prudente, sabiendo que eres responsable de las decisiones que tomas. Para tomar decisiones de un modo prudente, delibera sobre los cursos de acción posibles, y escoge aquellas opciones que constituyen un término medio entre las formas extremas de actuar, porque en el medio está la virtud. Busca la amistad de personas buenas, aprécialas por su bondad y devuélveles también bondad en la misma medida. En ellas encontrarás la verdadera amistad, que, además, es duradera. Y, sobre todo, estudia, aprende muchas cosas, y reflexiona sobre lo aprendido, pues no alcanzarás el más alto grado de felicidad sin comprender bien por qué ocurre lo que ocurre en el mundo que te rodea.
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Juan Carlos Siurana
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